Esta Historia está basada en la vida real de:
(Anónimo) (Atención Contenido Sexual)
Esta Historia es editada con menos detalles.
(La Original nunca saldrá a la luz)
Con unos amigos decidimos ir a un club de bailarinas exóticas muy popular en esa ciudad en una noche cualquiera, emocionados cuando cruzamos la puerta que daba al interior del lugar, nos sentamos en una meza muy cerca del tubo final, donde las hermosas y sensuales mujeres mostrabas su presencia, seduciendo con sus miradas y sus cuerpos para que uno se acercara y colocara una caricia monetaria bajo sus prendas.
Una mujer brasileña bajo y se acerco, la ignore pues en ese momento mi atención era en todo el lugar, luego la llame y me disculpe, comenzamos a compartir tragos, le pregunte: ¿Cómo te llamas? Angie!! Respondió ella, soy de Brasil, sonríe, pues todos sabemos que no es su nombre verdadero, era una Brasileña con un cuerpo muy bien cuidado, tenía unas piernas y unas nalgas que me hacían suspirar, unos pechos de tamaño normal, unos ojos claros, y unos labios súper sensuales, una Diosa de Brasil, me ponía nervioso, tenía mucha presencia femenina era una mujer grande, resaltaba por sobre las que estaban allí dentro. Hablando de todo un poco me comento que estaba estudiando, que estaba bailando solo por un tiempo, muchas dicen eso para que unos no las vea como putas (eso pensé yo hasta ese momento).
Me pregunto si quería un baile, pues cada baile con una de ellas cuesta 20 dólares por canción ese es parte de su trabajo, yo le dije que sí pero estaba esperando una canción adecuada. Uno siempre espera que se suene una canción que dure más de 4 minutos pues si saben de música sabrán cuando ya estés listo para que el momento sea más largo y placentero con esas hermosuras rodeando tu cuerpo. Me bailo, yo me puse súper caliente que ella pudo sentir mi pene erecto, y llevo su mano hacia él, me había prendido, estaba a mil, le dije que quería un privado con ella, quería poder tocarla y acariciar cada parte de su cuerpo, mi amigo de la par me escucho y dijo ¡yo invito! me sorprendió, yo con una sonrisa y ya con mis tragos en mi cabeza nos fuimos con Angie, supuestamente en ese club no se puede tener sexo, ya que pasan a cada momento viendo de reojo entre las cortinas que los hombres no se pasen con las bailarinas ni ellas con sus clientes, eso era incomodo pero como quiera había que ignorar y disfrutar ese momento. Sabía que podía tocar a esa hermosa mujer completamente y si era posible llegar mas allá.
Comenzó bailando, pedimos unos tragos de vodka, ella me miraba y suavemente cantaba la canción que en ese momento sonaba, se fue desvistiendo, la acaricie y sin pensar nos besamos, ¡que labios!!!! ¡Qué piel más suave! ¡Qué mujer tan sensual! me tenía totalmente pendejo. De tanto rosarnos ella aflojo mi pantalón, por sobre mi ropa interior acariciaba mi pene y decía: ¡yo quiero esto! Pero aquí no podemos, tratemos de que no nos vean le dije yo, pues saco mi pene lo acariciaba, ¡mierda! Mi corazón latía muy rápido, en eso un tipo de los guardias se medio asomo para ver si todo estaba bien, ella hizo como que estaba bailando, tratando de que no vieran que yo estaba semidesnudo, estábamos super calientes.
Ella quería tener sexo conmigo igual yo con ella pero decía que si la miraban la echarían de su trabajo, en ese momento pensaba (en las enfermedades por lo que allí estaba pasando y no sabía cómo iba a terminar) pero veía diferente a esa mujer a las demás del lugar, nos sé porque me daba esa impresión ¿sería por el grado de excitación? Sabía que los dos estábamos súper calientes pero no podíamos pasar a mas, nos tocamos, luego baje mi mano a su hermosa parte, suavemente acariciando su grandioso clítoris, sentí su humedad, penetre delicadamente uno de mis dedos, ¡ella gimió suavemente! , estaba excitada yo no podía creerlo, despacio comencé a masturbarla, ella apretaba mi pene y movía su mano masturbándome. Nos besábamos nuevamente, eran besos tan profundos que parecía que nunca habíamos besado. No mirábamos fijamente mientras ella movía su cuerpo, mi segundo dedo hizo presencia dentro de su labios vaginales húmedos, sacaba mis dedos para acariciar por fuera su clítoris y así mismo los deslizaba hasta llegar nuevamente dentro de su encanto.
Observaba su figura su piel canela, sentía su olor, besaba sus pechos, y cada vez que lo hacia ella cerraba los ojos bien fuerte, así pasamos varios minutos, deslizaba mis manos recorriendo todo sus espacios, su piernas tan perfectas subiendo despacio hasta su cintura, llevando mis manos nuevamente hacia el paraíso, frote su ano con mucha ternura, de repente un temblor cubrió su cuerpo, causando que yo casi me corriera, ella me tomo por el cuello y llevo su cabeza a mi hombro gimiendo sobre mi oreja sentí su aliento de placer ella había tenido un orgasmo, estábamos muy acelerados, que si eso hubiese pasado en otro sitio hubiera sido una locura de placeres, ella respiraba muy agitada, y me beso, me dijo: tu si sabes cómo tocar a una mujer, yo como hombre me sentí halagado, me sentí superman, se sabe que una mujer no solo es penetración, y hay que saberlas tocar puesto que es algo esencial para que una mujer llegue a un orgasmo, no soy un experto tampoco, pero sabia mis técnicas para lograr satisfacer una mujer sin penetrarla con mi miembro, fue un momento muy agradable para ambos, por cierto yo no me corrí pues hubiese sido incomodo limpiarme con temor a que me vieran, pedimos unos tragos mas, un silencio entre los dos se hizo presente, le pregunte que pensaba, mire que en su mejía rodaban lagrimas, me expreso: me sentí muy especial ¡tú eres muy diferente! Me dijo. ¡Mierda! Se asomo un guardia del lugar.
Ya había terminado el tiempo de estar ahí dentro, pero nos quedamos y no hicimos caso al gorila que llego a decirnos que ya no había tiempo, que teníamos que salir, me conto que había encontrado a su novio con otra mujer en la cama, que eso le había hecho mucho daño, eso fue antes que ella tomara ese trabajo de bailarina, yo no encontraba palabras que decirle más solo la abrase y se quedo ahí en silencio, luego me dijo, ¡vámonos antes que me llamen la atención!
Nos fuimos a sentar de nuevo, nos quedamos platicando hasta la madrugada, me conto de su familia de sus planes, incluso me invito a su cumpleaños me dijo que yo tenía que estar ahí, me dio su número telefónico. Y así paso la noche nos despedimos con un beso y una mirada de dudas, ¿si nos veríamos nuevamente? Ella sabía que había algo que podía impedir mí llegada a su fiesta de cumpleaños, le dije: gracias por contarme tus cosas privadas gracias por esa confianza, ella rápidamente contesto ¡no! Gracias a ti fue un momento especial. Angie había sido sincera, perdió su noche hablando conmigo cuando podía haber hecho mucho más dinero con otros clientes, fue una noche muy extraña, una mujer que buscaba ser escuchada, en un lugar el cual solo se llega en busca de placer sexual.
Me dio su nombre original al final de la noche, no pude ir a su cumpleaños, borre su número telefónico, pues yo tenía una vida aparte con alguien más, una relación deteriorada, pero que tenía que arreglar o ponerle fin, al final de todo. Esa Es Otra Historia Aparte…